El Ejido en Andalucía: una agricultura híper productivista litoral bajo un mar de plástico

La región de El Ejido y del Campo de Dalias en el litoral andaluz es famosa por el mar de plástico y de invernaderos que la cubre completamente. Este clúster agroindustrial se especializó en una agricultura híper productivista que le permitió - gracias al acceso al mercado comunitario en la década de los 80 - convertirse en el 1er polo exportador de verduras del continente europeo. Tanto en términos medioambientales como sociales resulta costosa tal situación, en particular por la sobreexplotación de una mano de obra asalariada inmigrada. Podemos interrogarnos sobre la sostenibilidad, a medio plazo, de ese modelo de crecimiento.
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Leyenda de la imagen satélite

Campo de Dalias: un pequeño llano litoral excepcional
Esta imagen presenta el Campo de Dalias y fue sacada por un satélite Pléyades el 10/02/2013. Se trata de una imagen en colores naturales, de resolución nativa a 0,70 m, calibrado a 0,5 m. Nos encontramos aquí en el sur de España, en la Comunidad autónoma de Andalucía y en la provincia de Almería.
El Campo de Dalias pertenece a la Costa de Almería que se sitúa entre Almería, la pequeña capital regional a 15 km al este (fuera de la imagen), y la pequeña ciudad de Adra al oeste (fuera de la imagen).

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Presentación de la imagen global

Un medio árido valorizado por el riego gracias a las aguas de las capas freáticas.
Este pequeño llano litoral se extiende sobre 15 km de norte a sur y 30 km de oeste a este y se sitúa a una altitud media de 45 m sobre el mar. Es un espacio excepcional en la zona, puesto que desde Gibraltar hasta Almería, al echarse directamente en el mar, la cadena montañosa litoral limita en gran parte los espacios disponibles para la urbanización y las actividades agrícolas.
El Campo de Dalias se acuña pues entre la montaña al norte y el Mar Mediterráneo al sur. Muy al norte del documento aparece la repercusión de las cuestas de la Sierra de Gabor, que culmina a 2.247 m al Morrón (fuera de la imagen). Esta sierra forma parte del gran macizo de Sierra Nevada que se extiende de Almería a Granada. Al sur, el litoral se organiza en torno a un cordón de dunas que atrás encierra una zona anfibia donde aparecen estanques más o menos profundos. 
Orientado pleno sur y en posición de refugio, el Campo de Dalias se beneficia de un clima excepcional con inviernos templados (12°C) y veranos cálidos (28 °C). Pero los efectos del calor veraniego se reducen en comparación con el interior de Andalucía por la proximidad inmediata de las aguas marinas. Con tan solo 286 mm de precipitaciones anuales, es una zona árida que, durante mucho tiempo, fue dominada por una ganadería extensiva, en grandes propiedades.
Su desarrollo agrícola se basó en la inversión en millares de pozos y estaciones de bombeo que movilizan las aguas de las capas freáticas, con el riesgo de su agotamiento y de la salinización de las capas y suelos por la entrada de aguas marinas.  Ante el agotamiento de las capas de superficie, los bombeos bajan en efecto cada vez más profundo. Pero esta sobreexplotación de las capas y la contaminación creciente de los suelos y aguas por los productos fitosanitarios plantean hoy la cuestión de la sostenibilidad y de la viabilidad de este modelo agrícola muy intensivo.  

Una modernización históricamente reciente
Como en numerosos lugares del litoral mediterráneo, estas zonas bajas, a menudo anfibias o mal desaguadas, ya que palúdicas, fueron durante mucho tiempo poco pobladas a favor del interior montañoso más sano. Solo en los años 1950/1960 las campañas de eliminación de mosquitos (papel del DTT, descubierto durante la Segunda Guerra Mundial en los Estados Unidos) hicieron más atractivos estos territorios y los abrieron a nuevas valorizaciones, agrícolas - como aquí - o turísticas (véase la costa del Languedoc en Francia por ejemplo).
El Campos de Dalias fue el objeto de una extensa operación de ordenación lanzada en 1956 por el régimen franquista y su Instituto Nacional de Colonización, organismo dependiente del Ministerio de Agricultura creado en 1939. Alrededor de 1.500 hectáreas se irrigaron en borde del mar, permitiendo la instalación de pequeños campesinos sin tierra, en parte oriundos de las montañas cercanas. Los primeros invernaderos aparecieron en los años 1960/1970, para producir para el mercado regional. Esta estrategia transformó entonces progresivamente la zona en un nuevo frente pionero agrícola en el marco de la modernización autoritaria del país y, después, de su apertura al mercado europeo.
Pero el pleno desarrollo de este “mar de plástico” se relaciona directamente, durante las décadas 1980/1990, con la democratización del país y su adhesión a la Comunidad Europea (1986) y más tarde a la Unión Europea. La zona valoriza plenamente entonces sus ventajas comparativas, climáticas y sociales, para abastecer los mercados de Europa del Norte en productos de la huerta. En total, existen hoy más de 25.000 hectáreas de invernaderos en la zona de Almería, sobre todo en el Campo de Dalias.  


Zooms de estudio


El mar de invernaderos y plástico de una agricultura intensiva de exportación: el territorio de San Agustín

Un mar de plástico e invernaderos de una densidad excepcional  
Como lo indican el documento general y este zoom sobre la parte suroeste, el Campo de Dalias está cubierto casi completamente, aparte de las zonas urbanas, por una marea de invernaderos o tiendas de tela plástica.  
En este espacio, el pueblo de San Agustín - con un trazado de forma geométrica, por ser históricamente reciente en este frente pionero agrícola - aparece como totalmente rodeado. El más mínimo espacio es valorizado aquí por la agricultura, lo que resulta una acción antrópica casi completa del espacio. Incluso la red viaria destinada a al tráfico se limita al mínimo. Ningún espacio debe perderse. Hasta el árbol es escaso.  
Entre el 80% y el 95% de la superficie agrícola útil (SAU) está cubierta con telas de plástico o con invernaderos, un fenómeno único en el mundo. La calidad del material, la orientación geográfica de los invernaderos y sus funciones o especializaciones explican los distintos colores. Todo esto evidencia un tablero de parcelas con orientaciones o repartos a veces diferentes que pueden informar sobre las precedentes transacciones de tierras. Al sur del zoom y al oeste de San Agustín, un extenso parcelario de pequeños cuadrados muy regulares es muestra de las huellas de una gran operación de ordenación.   


Un clúster especializado: paisaje, modelo de crecimiento y protagonistas económicos
Este paisaje es el fruto de decisiones humanas voluntaristas. Se debe a un modelo de crecimiento basado en la creación de un clúster regional especializado en una agricultura intensiva destinada a la exportación. Se traduce en decisiones de adaptación y de ordenación del espacio muy específicos, que aparecen claramente en el documento.
Este modelo estriba en las estrategias - nacionales y regionales - de los protagonistas públicos (véase Agencia andaluza de promoción del comercio exterior…) y privados que trabajan en estrecha colaboración. Potentes actores privados del sector agroindustrial apoyan este modelo a nivel local. Si la base del sistema son millares de explotaciones agrarias con base familiar, de un tamaño medio entre 2 y 5 hectáreas, éstas se insertan en un sistema productivo dominado y organizado por algunas grandes empresas privadas o potentes cooperativas (véase Agroponiente, cooperativa Unica Group cuya sede está en Almería, cooperativa CASI, Alhondiga la Unión, Agroiris, Vicasol…).
Así, el grupo Agroponiente tiene su sede social al oeste de El Ejido, emplea a 2.500 asalariados y comercializa la producción de 2.500 agricultores hacia 1.000 clientes de Europa y en menor medida de Norteamérica. Del mismo modo, el grupo Alhondiga la Unión tiene su sede al este de Santa María del Aguira, emplea a 800 asalariados y comercializa 245 toneladas de verduras al año producidas por 2.000 agricultores. Por fin, el grupo Agroiris, cuya sede está cerca de Almérimar, emplea por su parte a 1.300 asalariados.
Por fin, estos potentes actores locales dependen estrechamente - mediante sistemas contractuales - de las estrategias de suministro de las grandes centrales de compras de las empresas de la gran distribución europea : éstas venden las producciones en sus supermercados. Este sistema contractual de comercialización abarca entre el 60% y el 70% de la producción agrícola regional total. Estas lógicas de aperturas a la competencia de los territorios agrícolas a escala europea o mundial pesan sobre los precios de venta, la remuneración de los productores y las condiciones de trabajo de decenas de millares de asalariados agrícolas empleados en las pequeñas explotaciones a base familiar.  


Norias de Daza: el ejemplo de una pequeña “agro ciudad”

Al centro-norte del Campo de Dalias se despliega una pequeña cuenca topográfica con dos estanques en un medio más anfibio. Al suroeste se encuentra la ciudad de Norias de Daza. Organizada por la carretera A 1050 que pasa Oeste-Este, aparece dividida en dos o tres núcleos. Los edificios son relativamente densos, pero bajos (uno a dos pisos).
Más allá de la función residencial, se encuentran algunos servicios a las familias (escuelas, colegios, complejo deportivo reconocible por el cuadro verde del césped del estadio, centro médico…) y algunos comercios (ultramarinos, cafés, panaderías, dos hipermercados, gasolinera y garajes automóviles…). Se notan sobre todo en las parcelas periféricas todas las actividades y todos los servicios necesarios para las actividades agrícolas. Son reconocibles por los almacenes y los edificios especializados: proveedores de equipamientos agrícolas, proveedores de abono y productos fitosanitarios, empresas de distribución.
Pero sobre todo, se encuentran los edificios de los mayoristas o semi mayoristas que compran, transforman y exportan las producciones (véase el cuadro blanco al norte del rectángulo verde del estadio, edificios blancos al límite sur del documento). Por fin, más al este en la carretera hacia Mojonera, se encuentran numerosos viveros y proveedores de plantas de hortaliza (tomates, calabacines…) a los agricultores. Con 9.500 habitantes, un umbral de población que lo calificaría de ciudad, Norias de Daza es en definitiva un gran burgo rural y agrícola. Se puede definir como una pequeña “agro ciudad”.

Fuerte crecimiento demográfico y sistema urbano de “agro ciudades”
Los tres cuartos del documento están cubiertos por el municipio de El Ejido. Su enorme superficie (225,5 km2) se debe a las fusiones de municipios, que se produjeron estas últimas décadas para crear una colectividad local única. La modernización agrícola se acompañó de un sensible auge demográfico, el municipio de El Ejido creció de 45.300 a 89.000 habitantes entre 1994 y 2017 (+ 43.700, + 96%). Este proceso explica las fuertes densidades demográficas (370 hab./km2) y el desarrollo de la urbanización.
Como lo muestra el documento, la organización urbana es un conjunto de muy grandes poblaciones rurales y agrícolas que cubre la región. La ciudad de El Ejido, con sus 46.500 habitantes, es la única con un verdadero estatuto urbano. Se encuentra al centro-oeste y es reconocible a su forma redonda. Una de las especificidades del Campo de Dalias - que sin embargo podemos encontrar en numerosas otras zonas de España - reside en que los agricultores son urbanizados, es decir, viven en “agro ciudades”.
Al noreste de El Ejido, Santa Maria del Aguilla cuenta con 11.100 habitantes. Al sur de los dos lagos verdes en el centro del documento, Norias de Daza cuenta con 9.500 habitantes. Al sureste, el pueblo de San Agustín, cerca del lago lagunero en borde del litoral, cuenta con 3.400 habitantes. Por fin, al suroeste, la estación balnearia litoral de Almerinar incluye a 6.800 habitantes permanentes, pero su población residente aumenta durante el verano y los períodos estivales.


Estructuras técnicas, estructuras sociales y control por el mercado

Estructuras técnicas y servicios de gestión de los residuos  
A medio camino entre Norias de Daza y la estación balnearia de Almérimar se divisa un curioso edificio técnico en medio de los invernaderos.  Se trata de un centro de gestión de los residuos.  
Su presencia recuerda en efecto el carácter extremadamente contaminante de este sistema agrícola, por la importancia desproporcionada de los insumos (abonos, fitosanitarios…) que se difunden en el aire y sobre todo en las aguas, y de materias plásticas. Deben sustituirse cada año toneladas de plásticos, estas masas de plástico terminan muchas veces en vertederos a cielo abierto por falta de plantas de recuperación adecuadas. Ante la salinización de los suelos o su empobrecimiento, se retiran los suelos superficiales de algunas parcelas para sustituirlos por una nueva capa.  
Por fin, a 500 m al sur de este centro técnico de residuos (fuera de la imagen), el grupo internacional de semillas Monsanto instaló uno de sus centros de investigación para Europa. Readquirida por el alemán Bayer en 2016, esta empresa transnacional estadounidense - cuyo domicilio social está en San-Luis en Missouri, en pleno centro de las grandes llanuras estadounidense - es uno de los grandes especialistas mundiales de la agroindustria, semillas, productos fitosanitarios o biotecnologías (véase OGM, organismos genéticamente modificados).  Su presencia en el Campo de Dalias destaca el interés de Monsanto por este tipo de modelo agrícola. Más al norte, hacia Santa María de Aguila se encuentra el centro de investigación de otro gigante mundial, Syngenta.  

El primer polo europeo de exportación de verduras
El Campo de Dalias es en efecto el 1er polo europeo exportador de verduras. Presenta una fuerte especialización en producción de tomates, pimientos, berenjenas, melones, judías… En algunas décadas, la productividad ha aumentado mucho pasando de 30 a más de 50 toneladas de verduras por hectárea y al año gracias a las nuevas tecnologías movilizadas en las explotaciones más modernas (semillas seleccionadas, desarrollo del goteo, sistemas de gestión informatizados…). Sin embargo, este aumento de productividad se hizo a cambio de un endeudamiento creciente de las explotaciones hacia los bancos.
Estas producciones se exportan en gran medida hacia los mercados de los países del norte de Europa (Alemania, Francia, Benelux, R. Unido, Escandinavia…). Estos flujos de exportación utilizan esencialmente la carretera, utilizada a diario por una noria de camiones. En este contexto, la autopista E 15/A 7 constituye un equipamiento neurálgico para la economía local. En efecto cruza de oeste a este la región. Se ve bien en el documento cuando pasa al sur de El Ejido para remontar más tarde hacia el noreste. A otra escala, cruza y abarca toda la España litoral desde Algeciras/ Gibraltar hasta Barcelona, para desembocar en Francia.  

La sobreexplotación de una mano de obra inmigrada
Estas orientaciones explican una estructura social particular y dual, ya que esta agricultura intensiva es muy exigente en mano de obra asalariada poco cualificada. El éxito de este modelo estriba en la movilización de una mano de obra inmigrada muy importante. En el municipio de El Ejido, el 33% de la población es de origen extranjero, lo que representa 29.000 personas (África: 68%, Europa: 28%) sobre todo masculinas. Pero junto a las personas oficialmente declaradas, los trabajadores clandestinos suelen ser numerosos.
Esta mano de obra se emplea para un trabajo temporal estacional. Según las épocas históricas, es oriunda estas últimas décadas de África del norte (Marruecos), de África subsahariana, de Europa del Este (Rumanos, Rusos), incluso de América Latina según el contexto económico (Ecuatorianos, Argentinos).
Estas últimas décadas, numerosos escándalos han revelado en la región una verdadera sobreexplotación de esta mano de obra (salarios muy bajos, precariedad generalizada, apertura a la competencia, peso del trabajo clandestino, condiciones de alojamiento deplorables en granjitas – los cortijos - degradadas a veces sin agua ni electricidad, represión antisindical…) y fuertes tensiones racistas y xenófobas.  


El Ejido: capital regional de un potente clúster agrícola exportador

Al noroeste del documento general se sitúa la ciudad de El Ejido, a unos 80 m. de altura sobre nivel del mar. Resulta también totalmente rodeada por invernaderos. Al sur de la ciudad pasa la autopista E 15/A 7 que va de Gibraltar a Barcelona, y luego hacia Francia.
La ciudad de El Ejido nació del desarrollo agrícola regional. Si en los años 1950/1960 era un pequeño pueblo construido a partir de la nada por los campesinos migrantes que allí se establecieron, hoy en día es una ciudad de 46.500 habitantes. Se ve tanto su estatuto de ciudad de crecimiento muy rápido como el de frente pionero agrícola. El centro es organizado por un eje este/oeste: se encuentran sucesivamente numerosos hipermercados en la parte este (véase techos blancos al este de la rotonda), luego algunos servicios de más alto nivel (hoteles, farmacia, ayuntamiento, administraciones, bancos) en la parte central (véase la gran plaza cuadrada bien visible rodeada de altos edificios). Curiosamente, toda la parte central al sur aparece como una inmensa reserva de tierra subempleada.  
Por la calidad de sus servicios y su relativa diversificación, se puede considerar El Ejido como la pequeña capital regional del clúster agrícola del Campo de Dalias (infraestructuras políticas, administrativas, sociales y comerciales…). Abajo del documento, se ve muy bien el hospital regional (gran edificio rodeado de invernaderos al sur de la autopista).
Sobre todo, polariza a los principales actores que organizan el sistema productivo local: empresas que dominan la comercialización, la transformación y la logística, institutos y bancos aportando el capital y el crédito, organismos de ayudas y apoyos técnicos, principales proveedores de los insumos necesarios (abono, productos fitosanitarios, materiales y equipamientos…).


La ciudad balnearia de Almérimar

Al suroeste del documento general se despliega la pequeña ciudad balnearia de Almérimar, que acoge a 6.800 habitantes permanentes. Se sitúa entre la punta de Los Baños al oeste (no visible) y Puntas Entinas, al este de la estación.
Estamos aquí en una de las famosas Costas que bordan todo el litoral español, desde Barcelona hasta Gibraltar. Almérimar disfruta pues de una excelente situación geográfica, sin embargo, el lugar es más bien mediocre. Es un litoral llano, bajo y sobre todo lagunero que carece de encanto mientras que a unos centenares de metros comienza el mar de plástico de los invernaderos que corre hasta donde alcanza la vista. Como lo demuestran las numerosas piscinas que aparecen en las urbanizaciones, el litoral y el mar sirven de marco, pero al final pocos se bañan allí.
Almérimar funciona en realidad como una subestación de rango inferior ante la competencia de estaciones más prestigiosas, como Málaga o Marbella más al este. Se organiza en dos polos: al este, un pequeño puerto alberga un puerto deportivo que puede acoger 1.100 anillos; al oeste, el lago de Guardias Viejas es rodeado por una extensa operación urbana. En el centro, entre los dos polos, se despliega un campo de golf de 27 hoyos, bien destacado en el documento, y un pequeño parque de atracción. En un clima tan caliente, casi árido, este campo de golf consume una masa de agua considerable para mantener un césped de calidad. Un modelo de crecimiento llamativo y en total muy poco duradero.
También se nota el carácter inacabado de la estación, en particular al oeste. Las parcelas al norte y al sur del lago de Guardias Viejas presentan numerosos huecos, numerosos espacios desocupados en las urbanizaciones programadas. Las obras parecen abandonadas. Esta situación es una prueba del choque consecutivo a la crisis económica y financiera muy profunda que afectó España, en particular por causa de la burbuja inmobiliaria. El hundimiento de aquella enorme burbuja especulativa, que llevó a la quiebra una parte del aparato financiero y bancario y de las grandes empresas de la construcción, sigue aún muy perceptible en el paisaje.

Documentos adicionales

Site Géoconfluences : Gestion de l'eau en Espagne et exemple de la huerta valencienne : ressources, décembre 2016

Nacima Baron-Yellès :  Atlas de l’Espagne. Une métamorphose inachevée ?, Autrement, coll. Atlas, Paris. 

Site de l’Instituto geografico nacional (IGN) espagnol met en ligne différentes ressources (occupation des sols…) 

Site IGN espagnol/  Site du SignA (Sistema de Informacion Géographica National)


contribuyentes

Auteur : Laurent Carroué, Inspecteur Général de l'Education Nationale
Traduction : José Abrami, professeur d'histoire-géographie au lycée international de Colomiers
Traduction corrigée par Mme Bonnevialle Florence, professeur d’Espagnol au Lycée international de Colomiers.